EL CUENTO VIAJERO

Comenzamos a viajar con la imaginación...el CUENTO

09 noviembre, 2006

SEGUNDO CICLO de PRIMARIA


Aquí están los cuentos viajeros de las familias de l@s chic@s chic@s de 3º y 4º

10 Añade tu cuento:

Anonymous Anónimo escribió...

EL HIPO DE LOS CANGREJOS
Cuentan que en otros tiempos en el río Manzanares habitaban varias familias de cangrejos.Durante un tiempo observaron que cuando comían les daba hipo y no se les pasaba hasta que se acostaban.Ésto llegó a ser un problema para ellos.
Un día pasaba por allí un camión de la basura. Dio un frenazo y se le cayó un viejo ordenador que fue a parar a orillas del río.Los cangrejos más curiosos se acercaron hasta él para ver qué era ese extraño objeto.Empezaron a tocar con sus pinzas todos los botones y el ordenador comenzó a hablar.En un principio se asustaron,pero al descubrir que no hacía nada, le contaron su problema con el hipo.El ordenador les respondió que la solución la tenía un árbol que daba frutos en forma de corazón y de color plateado.Les dijo que ese árbol estaba en los jardines del Palacio Real. A ellos les pareció un camino largo y el ordenador les aconsejó que viajaran en pompas de jabón y así lo hicieron.Cuando llegaron al lugar pidieron al árbol varias frutas y como fueron muy educados con él se los regaló.
Volvieron a orillas del río Manzanares, repartieron los frutos entre todos y el hipo se les quitó.
Y colorín, colorado el hipo y el cuento se han acabado.

6:30 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

EL ÁRBOL

Como cada Navidad, las hermanas de Izan, Clara y Aída, decoraban con mucha ilusión el árbol.
Izan también colaboraba. Él como era el más pequeño, colocaba los adornos de las ramas que quedan más cerca del suelo.
Tenían muchos adornos: bolas brillantes de muchos colores con relieves de brillantina, muñecos de nieve, campanitas doradas, cajitas de regalo, garrotillas, lazos de terciopelo, figuritas de Papá Noel y estrellas, preciosas estrellitas de color plata que Izan colocaba con esmero, ya que eran sus figuras favoritas.
Decía que eran estrellas mágicas, a las que podía pedir deseos y ellas se los concedían cada navidad.
Izan hablaba y hablaba con sus estrellas y también con las demás figuritas, esas que él colocaba a su altura, en la parte más baja del árbol.
Sus hermanas se burlaban de él, decían que estaba un poco chiflado. Izan se enfadaba y les aseguraba que las figuritas le hablaban también a él cuando estaba solo y nadie más que él podía verlas.
- Y ¿qué es lo que te dicen? Preguntaron Clara y Aída entre risas y burlas, pero en el fondo un poco intrigadas por lo que su hermano pequeño les estaba contando.
- Me dice el muñeco de nieve que todas las figuras miran con envidia a la estrella que siempre se coloca en lo más alto , ya que ella es a la que más admiran todos cuando miran el árbol de Navidad, la admiran más que a las demás figuras.
- Pero es la Estrella de la Navidad, la que corona todos los árboles de Navidad, representando a la gran Estrella que guió a los Magos hasta el pesebre donde nació Jesús, -dijo Clara-.
- Ninguna otra figura puede ponerse en ese lugar, -añadió Aída- ¿te imaginas un árbol con un muñeco de nieve en su extremo más alto, o una muñequita de trapo, o una garrotilla?. No parecería un árbol de Navidad.
Estaban los niños hablando y hablando sobre ello cuando entró su abuelo Tomás que había estado escuchando toda la conversación de sus nietos y les dijo:
- Queridos niños, estas figuritas son las mismas que yo tenía cuando era un niño como vosotros y vuestro padre también las colocaba cada año en el árbol de Navidad y esa estrella es la misma que cada año hemos colocado en lo más alto del árbol. Es su sitio y no hay otra figura que pueda reemplazarla.
Vuestro padre también hablaba con las figuritas, yo le oía cada año hablar con ellas y ¿sabéis una cosa? Yo también. Pero nunca habían intentado ocupar el sitio de la Estrella más grande.
Izan, debes hablar con las figuritas y hacerles comprender que ellas en el árbol, como cada uno de nosotros en el mundo, tienen su lugar. Y aunque unos lugares sean más vistosos a los ojos de los que las admiran que otros, todos los lugares son importantes y necesarios, ya que el árbol sin sus bolitas de colores, sus muñecos de nieve, sus estrellitas pequeñas y sin sus otras figuritas, dejaría de tener el encanto que tiene año tras año cada Navidad.
Y sobre todo cuando lo miran los niños, los más pequeños, que son los auténticos protagonistas de la Navidad, ¿sabéis qué figuras son las que más admiran?, pues precisamente esas figuritas que se colocan en la parte más baja, esas que tienen a la altura de sus ojitos.
- ¡Es verdad abuelo! Exclamó Izan muy contento. ¡Se lo voy a explicar ahora mismo!
Y así lo hizo y las figuritas lo entendieron. Y desde entonces cada Navidad cuelgan orgullosas todas y cada una de ellas, sabiendo que en cualquier lugar del árbol donde se les coloque, contribuyen a la felicidad de los niños y mayores que les admiran, sin envidiar el puesto más alto, luciendo radiantes en el ARBOL DE LA NAVIDAD.

1:14 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

LAS PEPITAS DE ORO

Había una vez dos niñas, Sara y Lola, que eran muy amigas, las dos tenían 11 años y eran muy rubias por eso las llamaban las Pepitas de oro. La realidad era muy distinta, no eran rubias, ¡llevaban peluca!, ¡pero nadie lo sabia! Tenían una enfermedad y se las había caído el pelo, pero como los niños se reían de ellas sus madres les habían comprado las pelucas. Se cambiaban de ciudad, de colegio…pero siempre pasaba lo mismo.
Un día decidieron que ya estaba bien, que no se iban a avergonzar más, decidieron quitarse las pelucas y cual fue su sorpresa ¡tenían pelo! un pelo muy negro.
Estaban muy contentas, corrieron a sus casas para decírselo a sus madres, ya no necesitaban la peluca, ya no volverían a cambiarse de colegio, ni de ciudad, ahora podrían tener amigos, pero en el fondo sentían haber perdido algo:
Ya no volverían a ser las PEPITAS DE ORO.

11:56 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

EL ÚLTIMO DINOSAURIO

Cuentan que hace millones de años, cuando la tierra estaba poblada por dinosaurios, un enorme cometa cayó sobre la tierra haciendo desaparecer a todos los dinosaurios.
Pero uno logró salvarse de aquella terrible catástrofe. Era un Tiranosaurio Rex. Era enorme: medía veinticuatro metros, pesaba unas veinticinco toneladas y podía correr hasta ciento veinte kilómetros por hora. Era un ejemplar magnífico.
Una noche cuando estaba dando su paseo de después de cenar, como de costumbre, oyó un ruido espantoso. Se acercó para ver qué era y comprobó que se trataba de algo nuevo para él: un volcán en erupción. Al ver el espectáculo de la lava deslizándose por la ladera de la montaña, se quedó impresionado y sintió tal curiosidad que no puedo resistirlo y fue a tocarla, quemándose y cayendo a ese río ardiente. Desde entonces no existe ningún dinosaurio.

7:21 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

EL MISTERIO DE LA ESPADA DE BRONCE

Hubo una vez un niño llamado Óscar que en una noche de navidad, bajo la nieve, encontró una extraña máquina y se la llevó a su casa. Ya allí descubrió un botón, lo pulsó y salió una pompa de jabón. Sintió curiosidad por descubrir lo que era, pero en ese momento llegaron sus primos para quedarse a cenar puesto que era Nochebuena. Al día siguiente volvió a pulsar el botón y salió otra pompa de jabón que le dijo “si quieres hallar la espada de bronce, encuentra el autobús parlanchín, dile que te lleve al bosque de pinturas y la hallarás por fin” y se explotó.
El uno de enero cuando iba a por el pan se encontró un viejo autobús. Se preguntó qué haría aquel autobús ahí y se acercó para descubrirlo. De repente el autobús se giró y le preguntó qué quería y Óscar le dijo que si le podía llevar al bosque de las pinturas. El autobús le dijo que subiera y en diez minutos estaban en el bosque de las pinturas. Óscar se despidió del autobús y descubrió que el bosque estaba todo blanco por la nieve y que había un montón de pinturas que formaban un círculo y en el centro había una caja de pinturas. Se aproximó a la caja y la cogió. En ese momento unas escaleras aparecieron delante de él y bajó. Enfrente de él había una roca , y en ésta una escritura en la que ponía :
“Si la espada quieres recuperar este acertijo debes acertar:
Un instrumento de pelea,
de un color poco normal,
que sea fiel en la batalla,
y a un dragón pueda matar.”

Óscar estuvo un buen rato pensando y al final exclamó:
-¡Una espada!...¡No!¡Una espada de bronce!
Una espada salió de la roca y Óscar la cogió.
En ese momento el autobús lo recogió y lo llevó a la panadería. Allí estaban todos muy nerviosos y se alegraron mucho de verle. Ya en casa le preguntaron de dónde había sacado la espada y él les dijo que era un misterio y la llevaron al museo Nathional Galery de Londres y ....
Colorín , colorado, estas navidades junto a este cuento han acabado.

7:03 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

EL PUEBLO SIN COLOR

Una vez me contó mi abuelo que en una montaña había un pueblo perdido y sin color. Ni las casas, ni los árboles, ni el tio vivo de la feria en el que se montaban los niños tenía color. Todo el mundo estaba triste y nadie encontraba solución al problema.
En un cajón de una mesa que había en la escuela del pueblo estaba una caja de pinturas, junto a su amigo el pompero. Por otra parte en casa del herrero había una vieja espada de bronce, que con el paso del tiempo estaba oxidada y siempre enfadada, se dedicaba a explotar todas las pompas de jabón que fabricaba el pompero, para su amiga la caja de pinturas. Un día como los de siempre, que amanecía sin color, al viejo autobús parlanchín se le ocurrió, con ayuda del viento, una genial idea:
Harían una gigantesca pompa de jabón llena con todos los colores que la caja de pinturas tenía, y con la ayuda del viento la llevarían hasta el lugar mas alto del pueblo y como siempre la malhumorada espada les explotaría.
Llegó la espada y al ver esa pompa gigantesca la explotó, como siempre y ... ¡Hala! Todo inundado de colores, las casas, los árboles y el tio vivo, que comenzó a dar vueltas como loco.
Colorín, colorado el pueblo de colores se ha llenado.

8:46 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

Burú el cazador
Hubo una vez ,hace muchos años, en una pequeña aldea africana, un señor que se llamaba Burú.Era alto, delgado y tenía mucha fuerza. Sus ojos eran negros como el azabache. Tenía una pequeña nariz y en su boca brillaban unos afilados dientes. Era calvo, perdió su pelo por una enfermedad.Le gustaba ir de caza,comer y que hiciera calor.No le gustaba nada que le mandasen y, sobre todo, no tenía miedo a nada.
Un día Burú estaba escondido detrás de un árbol esperando para cazar una pantera. Se iba a mover pero notó que algo le estaba agarrando del pie.Miró y vió que se trataba de una ortiga, intentó quitársela del pie y le picó en la mano. Cogió su cuchillo y con un fuerte tirón logró arrancarla.Cuando se quiso dar cuenta tenía la mano como un tomate y tuvo que regresar al campamento.Cuando ya se hubo curado, volvió a la selva a cazar y allí descubrió ¡ una nave espacial!Como nunca había visto semejante aparato fue a curiosear. Entró en la nave y en ese momento¡fiuuuuu!, la nave despegó.Burú se puso muy nervioso porque estaba volando. Pasado un rato la nave chocó contra algo y Burú salió a ver lo que era. Estaba en un planeta desconocido donde las amapolas no eran rojas ¡eran moradas!Burú pensó que estaba soñando. Vió a un ser muy extraño que era de color azul, con forma redonda y no tenía ni ojos, ni boca, ni nariz. se desplazaba volando y por cada amapola que le tocaba se volvía de color amarillo. Burú aterrorizado se subió otra vez a la nave espacial y se dedicó a tocar todos los botones hasta que la nave se puso en marcha y él se quedó dormido. Cuando despertó ya estaba en la tierra y se fue corriendo hasta el campamento.
Y colorín , colorado Burú aterrorizado a su cabaña se ha marchado.

8:08 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

LA MOSCA MULTICOLOR

Todos saben que las moscas son negras, pero la de esta historia era multicolor.
La mosca era multicolor porque había sufrido radiaciones químicas y las demás moscas se burlaban de ella. Pero un día un gran sapo apareció por allí, las moscas estaban aterrorizadas porque el sapo no dejaba de comer. Pero la mosca multicolor sabía que se si dejaba comer el sapo se envenenaría y moriría. Entonces el sapo se comió a la mosca y se envenenó, pero no fue eso lo único, el sapo también vomitó a todas las moscas.
Y desde entonces todas las moscas respetan a la mosca multicolor porque les salvó la vida.

8:37 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

EL COCODRILO SIN DIENTES
En una selva muy, muy lejana vivía un cocodrilo que estaba triste porque no tenía dientes. El cocodrilo se llamaba Charly , era de color verde clarito y los ojos los tenía amarillos. Sus amigos eran Lola y Pancho y él les tenía mucho aprecio.
Lola y Pancho estaban buscando ayuda para su amigo. Todo el mundo les decía.
- Os compadezco pero, no os puedo ayudar.
Algunos mal intencionados les contestaban:
-No os puedo ayudar y aunque pudiera tampoco lo haría.
Un día mientras Lola se bañaba encontró un pez dorado que exclamó:
-¡Hola, soy Evan y os concederé un deseo, el que vosotros queráis!
Lola y Pancho no lo dudaron y vieron cumplido su deseo de que su amigo Charly tuviera dientes.

9:54 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió...

EL SERRUCHO DE ORO
En un pueblo llamado Maderalia, había un serrucho del que todo el mundo sacaba provecho, todos le llamaban el serrucho de oro.Nada se interponía a sus dientes afilados. Cortaba todo tipo de árboles, los más grandes y altos, los más gruesos y duros...
Él estaba convencido de que era el más fuerte de los serruchos y que ninguno le desafiaría a cortar tan deprisa como él.
Un día frío de invierno, el desafiante serrucho de oro se levantó y se asomó a la ventana, mirando por ella vio los grandes montones de leña que en un momentito de nada solía hacer y a su vez sonreía a carcajadas burlándose de que nadie consiguiera superarle.
De pronto oyó una voz fuerte y ronca que parecía salir del fondo de la tierra, que decía:
-Rrrrruuuuun,rrruuuun,rrrrruuunnnn
(Era una motosierra, que cansada de tanto ver alardearse al serrucho, venía a hacerle una gran demostración de su poderío). El serrucho sonreía burlándose de la motosierra y decía:
- ¡Otro artilugio más que me quiere desafiar!Seguro que le gano.
Tras empezar el concurso el serrucho se obsesionó y empezó como una bala a cortar leña.
Pasado un buen rato, el serrucho se cansó y la motosierra seguía cortando leña a pasos agigantados, demostrando al presumido serrucho que ella era la mejor.
Y colorín, colorado el serrucho de oro ha sido derrotado.
(Moraleja: Nunca hay que subestimar a los demás

10:12 p. m.  

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